Ahora la nieve cubrirá el cuerpo de Oscar, dando paso a los recuerdos. Los recuerdos de los que le conocieron, y las lagrimas de los que más le quisieron...
Una forma de recordarle, o de descubrirle los que no lo conocieron, será recorriendo alguna de las vías que abrió. Además de sus grandes escaladas en Patagonia o en el Himalaya, Oscar trazó en los últimos años , solo o acompañado de alguna amigo un puñado de vías en nuestras paredes, alguna de las cuales se publicaron en este blog. Aquí os dejó alguna de estas reseñas, rutas pequeñas, comparadas con sus aperturas en las grandes montañas, pero en las que dejó las trazas de su estilo como alpinista y en las que soñó, seguro, con estar algun día en el Latok...
Hasta siempre, Oscar.
Sólo silencio... y un abrazo cálido y enorme a la familia...
ResponderEliminarBonito homenaje.
ResponderEliminarBienvenido Charlie.